viernes, 21 de marzo de 2008

resentidamente en casa / ¿dónde estará el otro maldito?

Continuemos, aprovechando que estamos en semana santa, y mientras los "jefes" van de restaurantes lujosos, a esquiar y probablemente de putas (nosotros lo haríamos, claro) vamos a dejar que aumente el resentimiento del aprendiz cualificado en aras de guardar la energía para ascender más rápidamente la escalera social o escribir esto.

Aunque tampoco creo que haya mejores vistas dónde están mis jefes, seguramente sí más espacio. Y sinceramente, valoro la comodidad. Y también, creo, el sinfín de placeres y detalles cotidianos que te recuerdan que eres mejor. -JUÁ, me estoy poniendo nostálgico creo que me contaron que mi abuelo había conde, algo como de Munchausen..-

Citando a Ortega y Gasset "yo soy yo y mis circunstancias"(no se acostumbren a estas perlas librescas) escojo mis circunstancias, las que sean, y me niego a perderlas de vista cuando empiece a enfundarme en un traje con sonrisa de 500 pesos...

A lo que voy, y iré. Respiren, piensen en las ventajas de su vida, piensen en las obligaciones de sus jefes. Y respondan: ¿Se debe usar, digamos, la imaginación comparada, para con nuestras expectativas de futuro y la realidad presente de los patrones? Explicándome, nosotros estamos en camino, corriendo sin aliento para llegar a la salida, y ellos ya están de vuelta.. pero, sin embargo, presiento que si seguimos la misma ruta no servirá de nada mis cabreos y devaneos para separarme de ELLOS. Se entiende? Muestren un poco de comprensión y intentaré aclararme.

Resumiendo (report,report) sólo hay una causa de mi -y del otro maldito- digamos desdicha que os pueda compartir. La vacuidad de nuestra cartera. Malditos vosotros que tenéis más de lo que ganáis. Perdón, disfrutad de vuestros ingresos, vuestra paga, vuestras ayudas familiares.. Y no dejéis de leernos.

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